miércoles, 8 de mayo de 2013

Día 2, después de ti.

No son ni las nueve de la mañana, y aquí me tienes, en la biblioteca haciendo un intento por concentrarme en mis estudios y dejar de pensar en qué pasará y qué estarás pensando desde ayer que hablamos...
Cómo me gustaría estar en tu cabeza para saber qué es lo que realmente piensas de ésto y lo que realmente quieres...

Hoy le he dicho a Julio que no puedo ir a clases allí, y es sólo por el hecho de que no quiero pasarme la tarde con más bajón aún del que ya tengo, porque ir allí significa que al pasar veo tu trabajo, tu casa, tus amigos... y ahora mismo duele demasiado. Espero ser mañana un poco más fuerte, afrontarlo e ir de nuevo, aunque ésta vez sin ti.

A veces pienso que no encajamos, que nosotros sí, pero yo con tu vida no y tú con la mía tampoco... no sé por qué lo pienso, pero es así...

Aquel día de la romería, si realmente hubiéramos encajado no te habrías amargado de esa forma y por ésa tontería. Hubiéramos estado todos de fiesta y disfrutando, en cambio tu no querías eso, y estoy segura que es porque estaba yo, y no estabas a gusto... lo noté y por eso me fui antes de lo que me hubiera gustado. La verdad que ya me sentía incómoda con esa situación.

Quizás lo que me dijiste ayer de que a mi también me pasa algo es cierto. Y me pasa que al notarte raro, distante y amargado conmigo me he puesto a la defensiva, ya me esperaba lo que vino ayer, sabía que iba a llegar el momento y sabía que sería después de Jerez, por eso me tomé ese fin de semana como una despedida entre nosotros. Ojalá no termine, ojalá...

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Son las 21:55, ya estoy en casa. Al final fui a clases hoy, vi tu trabajo, y miré. Pasé por tu casa, y miré...  
Sí, son muchísimos recuerdos los que me han venido hoy a la mente estando allí. Desde el más simple acordándome de cuando ayer te vi venir con el coche a recogerme, hasta el día que me diste la sorpresa en la gasolinera, o hasta el día que estabas con la risa tonta y el pavo por si llegaba mi madre y te pillaba allí... ¡qué buenos recuerdos me traes, copón! Así no hay quien se olvide de ti... 
Luego me fui a correr nada más llegar para despejarme, la verdad que lo necesitaba. Ahora hago todo lo posible por no tener nada de tiempo libre y mantener mi mente ocupada, eso me viene bien. Aunque ya ves que siempre tengo un ratito para ti, para escribirte cómo me siento sin ti, cómo estoy viviendo esto, aunque sé que no lo leerás...es una forma de desahogarme conmigo misma...ya te dije que me encanta escribir, sea lo que sea.

Bueno amor, te dejo que ya voy a la cama. Espero que ésta noche al menos te vea en mis sueños...ojalá.

Te quiero oso amoroso.

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