miércoles, 26 de octubre de 2011

entoncesloseré.

Tumbados en la cama... y yo. Te miro, y veo el ser más bello que jamás he visto, un ser perfecto, un diamante pulido, de gran valor. El pelo alborotado, sin peinar y aún así intacto a pesar de mis caricias.Tus ojos, tan brillantes y expresivos, esos que se empequeñecen tanto al sonreír, me miran con inquietud, preguntándose en que estaría pensando. Tus mofletes colorados, perfectos para un pellizquito de vez en cuando. Tus labios están especialmente apetecibles hoy, los pruebo una y otra vez mientras noto tu mano recorriendo mi espalda. Me encanta esa sensación, sentirme protegida por ti. Me besas el cuello lentamente, como si de una pluma delicada se tratase y me susurras al oído que me amas, y que dijimos siempre, y siempre será. Entonces sonrío mientras siento la adrenalina recorriendo mis venas, ahora si puedo decir que soy increíble e irremendiablemente feliz.


domingo, 23 de octubre de 2011

Atravésdeunapantalla.

Que ironía ver como una amiga pasa por lo que un día pasaste tu.
Por querer a alguien a través de una pantalla.
Nadie sabe lo que es eso, hasta que le sucede...

Eso es levantarte deseando llegar del instituto para coger el ordenador, es pasarte clases y clases pensando en dónde estará, con quién estará, qué estará haciendo, si estará pensando tanto en ti como tú en él... y cuando llegas, comes a toda prisa con la esperanza de que esté, y vas sin dudarlo a conectarte. ¿Estará? ¿no estará? notas que estás nerviosa, pones la contraseña con tanta rapidez e impaciencia que incluso tus dedos tropiezan unos con otros y vuelves a empezar un par de veces. Cuando por fin estás conectada, miras, y ves que no está... te sientes desilusionada...mientras tanto, te pones a hacer deberes delante del pc. Levantando la mirada de los ejercicios de vez en cuando por si ha llegado, aunque no hayas escuchado ningún sonido del messenger que te avise de que se haya conectado alguien... pero con cada sonido tu corazón late a mil por hora, y en una milesima de segundo vuelve a su estado normal al ver que no es él la persona que esperabas...

De pronto, de un momento a otro, se vuelve a escuchar esa musiquita, y sí, ¡por fin es él! sueltas lapiz, boli y todo lo que esté en tus manos para coger el teclado y escribirle rapidamente un saludo, aunque en todo esto, ya ha hablado el antes para decirte: Hiiii! :D y a lo que tu contestas: Holaaaa! :D:D. Todo ello con una alegría inmensa, e imposible de explicar en un simple saludo.

Tras saber lo que hemos hecho durante el día, de si hemos pensado el uno en el otro, de decirnos tonterías, mil y una historias y anécdotas, de reírnos, hacer tonterías y enseñarnos las habitaciones, los peluches y todo lo que se nos ocurra por la cam, ver su sonrisa, sus ojos, su pelo alborotado, su uniforme del colegio, su lunar con forma de lazo negro de luto, su cocina roja, su gato Missi, negro, la lámpara de su salón de tres metros de larga, su cuarto de baño modernísimo, su sótano con su mesa de pinpong, sus dos cascos para el pc, de los cuales los azules me gustaban más, el hacer pompas riéndonos uno del otro porque se ha explotado en la cara y ver como se lo quita y todo ello sin parar de reírnos... tras todo eso, siempre hay un momento para las promesas, para los: cuando te vea..., para los: te quiero, para intentar imaginar el día en que nos veamos, lo que haremos, lo que diremos...

Pero...¿sabéis qué? que nunca, jamás, sucede lo que planeas.

Pasa el tiempo, y esas ilusiones necesitan más para alimentarse, ya no bastan con unas simples palabras, o un te quiero, o las promesas que algún día se cumplirán. Necesitas tenerle a tu lado, poder besarle cada vez que te apetezca, recorrer su cuello, susurrarle al oído, que te abrace y sentirte bien, protegida y feliz, sobretodo FELIZ. El poder tener riñas y mosqueos para que luego llegue la reconciliación, poder quedar con él cuando te apetezca y decir: ¡pásate a por mi en quince minutos que ya estaré lista!, poder ser lo que realmente es, tu otra mitad.

Pero no todo es color de rosa, ni un camino sin obstáculos, ni todo sale como lo planeamos ni como lo imaginamos... es entonces cuando te das cuenta de que querer es poder... pero hay cosas contra las que no puedes luchar a pesar de que quieras, y entre ellas está la distancia. Contra la que se puede luchar y ganar una, dos, tres batallas, pero no la guerra. Y yo hace tiempo, mucho tiempo, que perdí la mía.

Por eso, amiga, espero que tu ganes tu propia guerra a pesar de que pierdas alguna que otra batalla.

viernes, 7 de octubre de 2011

por siempre, jamás.

Ahora me doy cuenta de lo que perdí durante todo este tiempo por centrarme en ti, me doy cuenta de la verdadera realidad y de que ese tiempo ya no volverá. Pasó y ahí estará: desperdiciado, doloroso, idealizado.
Y en todo ese tiempo, podría haber habido muchas más sonrisas en lo que han sido llantos. Mucha más felicidad, en lo que fue tristeza. En cuestión, lo que es vivir.
Intento recuperarlo poco a poco, a pesar de que sé que no volverá, porque el tiempo que se va, no vuelve. Por eso aprovecho cada momento, río a más no poder mientras me miran y me da igual lo que piensen. Soy feliz con poco, con muy poco. Estoy persiguiendo un sueño, mi sueño, y lo conseguiré, cueste lo que me cueste. Porque en la vida debes conseguir lo que quieres y hay que luchar por ello, si lo deseas, ázlo. Si tienes orgullo... ¿de qué te sirve? de nada... el orgullo es un tiempo desperdiciado en tu vida y que jamás volverá, por eso déjalo a un lado, y sigue adelante. El tiempo todo lo cura, y mis heridas ya están curando a paso de gigante, y con este mismo paso seguirán, por siempre, jamás.